DIARIO DE HOMBRES SIN TIERRA ... 21€

“Nosotros, todos, somos vecinos de Caparroso y necesitamos tierra para ocupar nuestros brazos y llevar a nuestros hogares el sustento que tanta falta nos hace …Este terreno se halla inculto y nosotros queremos hacerle producir. Creemos que no debemos permitir que haya tierra sin hombres habiendo hombres sin tierra”.

         “Memorias de un campesino republicano. Caparroso 1936”,  recopila párrafos como el anterior, en el que el concejal republicano y líder campesino Gerardo Guerra, explica con inteligente sencillez el meollo del conflicto corralicero cuando el protagonista dialoga con una pareja de la guardia civil que acude a evitar una ocupación de tierras.

         El libro de Pamiela cuenta la vida de Guerra (Caparroso, 1894-1977) gracias al esfuerzo hecho por su nieto Pedro M. Monente por sacar a la luz la tragedia vivida en un pueblo donde todavía hoy el abogado corralicero y exministro de Justicia de la Ceda Rafael Aizpún lleva el nombre de una calle que se intentó retirar en el República, un lugar donde la elaboración de bombas de mano facciosas en una fábrica clandestina dependía de la sotana del pueblo.

         En la primera parte del libro, la más sustanciosa y donde Guerra cuenta el advenimiento de la República a Caparroso y el golpe de estado que siguió, el narrador topa con otros republicanos de la comarca, como el socialista de Olite/Erriberri Tomás Chivite, exiliado después en Chile y con quien compartió responsabilidad en el Tribunal Mixto de Fincas Rústicas de Navarra, donde patrones y arrendatarios pactaban unos conflictos que hundían raíces en la explotación privada del comunal.

         Gerardo Guerra aprendió a leer por su cuenta y terminó escribiendo estas memorias, testimonio de primera mano sobre la guerra civil en Navarra, en la que resultó represaliada buena parte de su familia y de la que salió con una condena a muerte, luego de escapar a Francia, regresar a Barcelona y terminar en la prisión de Valencia.
         En la segunda parte del libro, su nieto Pedro M. Monente ha añadido datos, documentos y comentarios que ilustran tanto los anhelos de la República como el reinado del terror que se desató en los pueblos tras la sublevación.